Derechos sexuales y reproductivos, ¿derechos olvidados?

El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril todos los años para conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1948. Desde medicusmundi queremos recordar este año los derechos sexuales y reproductivos, uno de los derechos más vulnerados en todo el mundo.

Foto: Joven garífuna en Honduras. Olga Marín.


ABIDJAN, (Costa de Marfil)- «Me gustaría usar algún método anticonceptivo, pero mi esposo se opone», dice Bintou Moussa, de 32 años, quien acaba de dar a luz a su sexto hijo .

GUATEMALA: el acceso a los anticonceptivos tiene especiales dificultades para las mujeres indígenas por la inexistencia tanto de medios como de personal preparado en áreas rurales, aunado a la exclusión social. Pero también existen barreras culturales como el machismo, que lleva a muchas mujeres a planificar sus embarazos a escondidas de sus parejas, para evitar celos y el riesgo de ser violentadas.

(Fuente PS-Inter Press Service – la Conexión Global)

Dos noticias recientes muestran la situación del DERECHO A LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA  en el mundo. A pesar de las múltiples declaraciones y acuerdos internacionales firmados desde que en la cumbre de El Cairo en 1994, se definiera la salud sexual y reproductiva y se asumiera internacionalmente como uno más de los derechos humanos, la realidad se acerca más a lo que indican esas dos noticias.

Por un lado, el machismo imperante en buena parte del mundo, no solo en los países menos desarrollados, y que necesitará de tiempo y educación para ser combatido, además de una buena cantidad de voluntad política para cambiar las leyes que impiden a las mujeres tener los mismos derechos que los hombres.

En segundo lugar, la gran debilidad de los servicios públicos de salud en buena parte del mundo, también influida por la voluntad política de reforzarlos y en muchos casos por la falta de medios económicos para ello. A esto se viene a añadir ahora la crisis económica que todavía reduce más los presupuestos dedicados a gastos sociales, sanitarios y educativos.

Foto: Bebé lactante en Honduras. Olga Marín.

Los derechos sexuales incluyen el derecho de mujeres y hombres a tener control respecto de su sexualidad y a decidir, libre y responsablemente, sin verse sometidas/os  a ningún tipo de coerción, discriminación o violencia. Implica, por lo tanto, unas relaciones sexuales igualitarias entre las personas, que garanticen el pleno respeto a la integridad del ser humano y el consentimiento mutuo.

Los derechos reproductivos incluyen el derecho básico de todas las personas a decidir libre y responsablemente el número y espaciamiento de hijos/as y a disponer de la información, educación y medios adecuados para ello.

La conculcación del derecho a la salud sexual y reproductiva lleva a graves riesgos para la salud que son fuente importante de morbilidad, de mortalidad y de discriminación.

La práctica de sexo no seguro es más frecuente en personas jóvenes que no han tenido acceso a información, cuando existen desigualdades de poder que impiden negociar con la pareja sexual  y en las relaciones sexuales practicadas con coerción o violencia. El sexo no seguro es causa de 2,4 millones de muertes a nivel global, siendo la tercera causa de mortalidad en los países de bajos ingresos (1,7 millones) y el segundo factor de riesgo de incapacidad (el primero en mujeres en edad reproductiva) a nivel mundial, afectando a 70 millones de personas y Es la principal causa de infección por el VIH y otras ITS así como del cáncer cervical (WHO, 2009).

Foto: Titular de un diario hondureño. Ana Gª Mellado.

Aumento de la morbi-mortalidad maternal. Cada año, unas 210 millones de mujeres sufren complicaciones que amenazan su vida durante un embarazo las cuales, a menudo, les causan graves incapacidades. Medio millón, o más, adicional muere a causa del embarazo, parto o puerperio, más del 99% de los casos en países en desarrollo (Glasier, 2006; WHO, 2010a).

Un gran número de mujeres entre 15-49 años –que en algunos países llega hasta al 60%-ha sido forzada a mantener relaciones sexuales. En la mayoría de los casos la violencia sexual es ejercida por el marido, compañero o por un varón cercano a la familia (Bott S. 2010).

80 millones de mujeres tienen, anualmente, embarazados no deseados o no intencionados, 20 millones de abortos en el mundo se practican en condiciones no seguras, el 40% de estos abortos son practicados a mujeres menores de 25 años y unas 68.000 mujeres fallecen anualmente a causa de sus complicaciones. Es por esto que la cuestión de acceso al aborto no se puede desligar del contexto amplio de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y la obligación de los Estados de defender y hacer efectivos estos derechos.

Los entornos de riesgo en los que a veces se ven obligadas a someterse a abortos muchas mujeres reflejan no solo la desesperación de estas mujeres sino, también, y, a menudo, la pasividad del Estado a la hora de respetar, proteger y realizar los derechos de la mujer. Las mujeres deberían de tener acceso a servicios de calidad para tratar las complicaciones derivadas de aborto. Se deberían de ofrecer con prontitud servicios de planificación de la familia, educación y asesoramiento post-aborto que ayuden también a evitar la repetición de los abortos”.

La falta de atención sanitaria especializada durante el embarazo y el parto no solo afecta a las madres, sino que ocasiona también una elevada mortalidad perinatal: en 2004, 3,7 millones de bebés murieron en su primera semana de vida y 3,3 millones de bebés nacieron muertos (OMS,2007). En 2009, unos 370.000 niños nacieron con el VIH, con lo que se elevó a 2,5 millones el número total de niños menores de 15 años que viven con el VIH. El número total de niños de 0 a 17 años que han perdido a su padre, madre o a ambos debido al VIH aumentó a 16,6 millones en 2009 (ONUSIDA, 2010)

Para medicusmundi, las intervenciones en Salud Sexual y Reproductiva deben estar basadas en los principios básicos de:

  • Enfoque desde los derechos humanos y, en esta área en particular, desde los derechos sexuales y reproductivos, prestando especial atención a los grupos más vulnerables (menores, mujeres y población más empobrecida y/o marginada).
  • Trabajo conjunto con nuestros socios locales, teniendo en cuenta siempre los factores socioculturales locales.
  • La equidad e igualdad de género.
  • Principios de ciudadanía, lo que conlleva la aceptación de las obligaciones que los Estados deben de tener para con sus ciudadanos y ciudadanas, rechazando políticas injustas de escasa prestación de servicios públicos o tendencias privatizadoras.
  • Principio de laicidad y democracia real en las políticas públicas.
  • Reforzamiento de los servicios públicos de salud, basados en la atención primaria, como garantía de accesibilidad y equidad en la atención sanitaria, también en lo referido a salud sexual y reproductiva y que hoy está en riesgo tanto en el “norte” por los recortes impuestos por el ajuste, como en el “sur” por el abandono de la ayuda al desarrollo debido a los mismos recortes.

Eduardo García Langarika

medicusmundi

Para saber más: En www.medicusmundi.tv puedes ver el documental «Mi cuerpo no es un campo de batalla», sobre los derechos sexuales y reproductivos en Honduras.

2 comentarios en “Derechos sexuales y reproductivos, ¿derechos olvidados?

  1. Me ha gustado mucho tu articulo y la mirada tan global que lo ha enfocado, teniendo muy presente el tema del poder machista como eje de muchos de los problemas y la falta de interes en resolverles.
    Lurdes

  2. Ciertamente los derechos sexuales y reproductivos han estado muchas veces «olvidados» , demasiadas….
    . Es importante hablar de ellos y luchar por ellos ya que son una de las principales causas de muerte y un derecho de TODO ser humano

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