«La violencia está totalmente enraizada en nuestras familias»

Entrevista a María Antonia Nufio, Trabajadora Social de la Consejería de Familia de La Ceiba, en Honduras.

Tercera y última entrega de la serie de entrevistas que estamos publicando sobre la salud sexual y reproductiva en este país centroamericano.

¿Cuál es el objetivo de la Consejería de Familia?

Nuestro objetivo es la prevención y el tratamiento de casos de violencia intrafamiliar, de violencia sexual. Dentro de la violencia intrafamiliar tenemos la violencia doméstica y el maltrato a niños y niñas. En este caso hacemos mucho énfasis en el abuso sexual, consideramos que el abuso sexual en niños y niñas es el peor crimen que puede existir.

¿Es la violencia un problema estructural en sus comunidades?

La violencia está totalmente enraizada en nuestras familias, lamentablemente, tenemos familias violentas, familias de donde niños y niñas salen huyendo; el producto final es la formación de pandillas, de maras, jóvenes prostituyéndose, jóvenes metiéndose en drogas, que es uno de los grandes problemas en nuestro país y en nuestra ciudad y que consideramos que es producto en gran parte de la violencia en el interior de las familias.

Parece que los jóvenes tienen pocas alternativas…

En Honduras hemos creído que matando a nuestros jóvenes, a nuestras jóvenes, se soluciona el problema y nos hemos olvidado de la otra parte, la de atención, nuestros jóvenes tienen acceso limitado a la educación, llegar a la Universidad es un privilegio, no hay centros donde puedan ir en su tiempo libre. Los adultos estamos dándole lamentablemente a nuestros jóvenes un ambiente violento, un ambiente sin propuestas. No saben qué hacer y qué es lo más fácil, irse a la calle porque en la calle sí tengo personas, otros jóvenes como yo, que me dicen que son hermanos y esa es una cadena.

Entre los años 2005 y 2010 fueron asesinadas 1.786 mujeres en Honduras. 25 mujeres perdieron la vida cada mes víctimas de la violencia.

¿Quién y por qué acude a ustedes?

Generalmente las familias que vienen a la Consejería son familias desintegradas, familias con jefatura de hogar a cargo de una mujer, muchas veces el papá está dentro de casa, pero es como si no estuviese, en algunos casos es un parásito, en otros es el violentador, sería mucho mejor que se fuera y no que quede en casa proporcionando esa vida de infelicidad a los que le rodean.

En el tema de violencia doméstica, por ejemplo, las mujeres que se acercan a la Consejería, vienen porque se cansaron de sufrir la violencia y se atrevieron a poner una denuncia por violencia doméstica, entonces son referidas aquí, porque la ley dice que cuando hay una denuncia por violencia doméstica, tienen que ser referidos tanto la mujer como el hombre agresor a una consejería de familia.

¿Siempre vienen mujeres que ya han denunciado a su agresor?

Esa es la mayor demanda que tenemos, pero también están las personas que llegan aquí a través de la referencia de los médicos y las médicas. Las mujeres llegan a la consulta buscando ayuda porque les duele la cabeza, el estómago, pero es sólo una respuesta física, al final el médico se da cuenta de que lo que pasa es que esta mujer tiene una historia de violencia.

Las mamás traen a sus niños o niñas porque sufren algún dolor, han bajado sus notas… y el médico los evalúa y ve que sufren maltrato físico y en algunos casos un abuso sexual. Por eso es tan importante que el médico se detenga 1 minuto más para indagar qué está pasando con esa persona, por eso hacemos mucho énfasis con el personal de salud, que no es fácil, porque está formado desde una visión biologista, lo que importa es el cuerpo, si tiene lesiones, si tiene tumores, etcétera, pero a la parte emocional, la parte de salud mental, no se le está dando prioridad y ese es un tema que tenemos que seguir trabajando.

En 2010 se presentaron 600 denuncias de delitos sexuales en Honduras. Fueron mujeres de hasta 19 años. La mayor parte se presentó por violaciones, incestos y acoso sexual.

¿Se dan casos de violencia hacia los hombres también?

Ya hay casos, generalmente de violencia emocional. Antes no había porque si iban al juzgado a decir “mi mujer ejerce violencia contra mí” había que aguantar las risitas y los comentarios de sus amigos. En este caso, los procesos de formación, de prevención, de educación sí están dando resultado. Los hombres ya se están atreviendo a denunciarlo, aunque muchas veces la violencia que sufren ha sido como respuesta por parte de la mujer a esa violencia que ellos han ejercido antes. Pero en pocos casos sí hemos tenido hombres que han sufrido violencia psicológica por parte de sus parejas.

¿Cómo ayudan a las mujeres que acuden a la Consejería?

Se les ofrece una atención individualizada y también grupal, porque la violencia doméstica no es un problema psicológico o psiquiátrico, sino que es un problema de índole social y como es un problema social, entonces el abordaje también es de esa manera. Formamos grupos donde hablamos del tema de género, de la violencia y el por qué de esa violencia, cómo podemos ir buscando mecanismos para pararla, cómo esa violencia afecta a todas las personas que conviven con la mujer, por qué a la mujer le cuesta salir del círculo de violencia. También abordamos la parte legal, toda la normativa internacional y nacional que nos puede ayudar a salir de nuestra propia violencia doméstica. Y claro, también está la parte de nuestros sentimientos y emociones, que dentro de los grupos es otro de nuestros grandes objetivos, que las mujeres puedan sacar toda esa gama de sentimientos y de emociones que sienten al verse agredidas por su pareja, porque es fácil decir mi marido me pega, mi marido tiene una amante, mi marido me grita que soy una basura, mi marido anoche mi exigió tener un contacto sexual, pero lo que cuesta más es decir cómo me sentí yo cuando mi marido me gritó, eso es lo que cuesta más, y ahí hacemos mucho énfasis, porque en la medida en que la mujer va sacando todas esas emociones y sentimientos, la mujer va sintiéndose más libre y con más ánimo y dispuesta a parar esa vida de violencia que está llevando.

¿Queda mucho por hacer?

Mucho. La mujer se empodera pero en el paso final la dejamos sola, enfrentando la vida con un montón de hijos e hijas a veces pequeños y sin saber qué hacer. Necesitamos darles respuestas concretas. Necesitan qué comer y cómo alimentar a sus hijos e hijas.

«Ahora vemos que el problema del VIH no es sinónimo de muerte»

Testimonio de Leticia S. Vive con el VIH desde hace 14 años. Vive con su esposo y sus hijos en la comunidad de Tornabé. Coordina el grupo de autoapoyo de personas que viven con el VIH/SIDA en su comunidad, compuesto por 56 mujeres y 12 hombres.

Foto: Olga Marín

Esta es la segunda de las tres entrevistas que estamos publicando sobre la salud sexual y reproductiva en Honduras.

¿Cómo fueron los comienzos del grupo?

El grupo está compuesto por personas viviendo con el problema del VIH/SIDA, tenemos personas afectadas y personas que son solidarias y estamos aquí luchando porque no vamos a decir que lo hemos ganado todo. Nacemos el 14 de febrero del año 2000, con el apoyo del Enlace de Mujeres Negras de Honduras (ENMUNEH), ya que sentíamos que en la comunidad había mucho estigma y discriminación hacia nosotras como mujeres viviendo con el problema del VIH.

¿Y cómo se sienten ahora?

Nosotras logramos quitar ese estigma y esa discriminación y es por eso que ahora, como estamos fortalecidas, ya podemos hablar, ya podemos reirnos, porque antes sólo eran llantos. Ahora miramos que el problema del VIH no es sinónimo de muerte, sino que estamos viendo que es una lucha; lo miramos ahora como una enfermedad normal, como una enfermedad como cualquier otra. Ahora nos hemos fortalecido y podemos ver que sí se puede vivir con el problema del VIH.

Quizá no podamos decir que el estigma y la discriminación se han terminado, pero sí que se ha mermado bastante.

¿Tienen dificultades para acceder al tratamiento de la enfermedad?

Tenemos un hospital en el centro en Tela, cada una de nosotras tenemos una cita una vez al mes, depende como estemos físicamente, el doctor nos evalúa y cada una de nosotras vamos una vez al mes a tomar los medicamentos. Aquí en el Centro Natalie Johnson también hacemos actividades para generar fondos para que cada una de las compañeras que no tienen medios, que viven en la pobreza, puedan llegar al hospital a recibir su medicación. Hacemos piñatas, costuramos, hacemos trabajos manuales…

La incidencia anual del VIH/SIDA es de 15,6 personas por cada 100 mil habitantes y se encuentra entre las 10 primeras causas de mortalidad de Honduras.

También colaboran ustedes en la prevención de nuevos contagios…

Como personas que vivimos la experiencia, intentamos orientar a otras personas, les transmitimos que por favor no caigan donde nosotras caímos quizá porque no hubo orientación, les decimos que se cuiden, que no queremos otro caso, queremos tratar de disminuir los problemas.

¿Qué siente una persona cuando se entera de que tiene el VIH?

Mi vida dio un giro de 180 grados. Pero ahora ya lo miro como parte de mi vida, ya no lo miro como un problema, lo miro como una solución, no para mí, sino para la comunidad.

El problema es cuando la persona se entera. Ellos mismos son los que sienten el miedo, pero nosotros como personas fortalecidas con el problema del VIH tratamos de abordar a la familia y decirles que la apoyen, que no la boten, que le den amor y cariño, porque ahora él  lo necesita.

Háblenos un poco más de su propia experiencia en ese primer momento…

Cuando a mí me detectaron que yo tenía el problema del VIH/SIDA yo sentí que el mundo se me vino encima, porque yo no tenía  ningún conocimiento. Yo dije, voy a dejar a mi familia, voy a dejar a mis hijas, porque yo no sabía que había métodos como para poder vivir con la infección. Entonces yo dije me voy a morir. En 12 años para acá mi vida ha cambiado, yo no podía hablar antes del problema del VIH.

¿Qué mensaje le enviaría a los jóvenes?

Desde Honduras, desde la comunidad de Tornabé, yo le diría a los jóvenes que es importante cuidarse y es importante informarse, después de esa información esperar el momento preciso para tener una relación sexual. No es fácil vivir con el problema del VIH, pero sí se puede vivir.

«Queremos una comunidad sin jóvenes que se nos embaracen a los trece años»

Esta es la primera de una serie de tres entrevistas realizadas a mujeres hondureñas durante la grabación del documental «Mi cuerpo no es un campo de batalla«, en el que Medicus Mundi trata de aportar algo de luz sobre la situación de la salud sexual y reproductiva en Honduras.

Esta primera entrevista a Gloria Isabel Pinto, Enfermera Auxiliar del Centro de Salud de Tornabé, y Olga González, representante de ENMUNEH, gira en torno a los embarazos no deseados.

Olga, ¿en qué se basa el trabajo de ENMUNEH con las comunidades?

Aquí en estas comunidades nuestra juventud se queda embarazada prácticamente a los 13 años, por lo que trabajamos capacitaciones para poder bajar algo el embarazo en adolescentes. Prácticamente todos los embarazos son adolescentes, ¿por qué? No lo sabemos, quizá por como los padres están dando la forma de crianza. Y para esto nosotros estamos trabajando en temas de salud sexual y reproductiva y nos acercamos más por ejemplo a la identidad, a la autoestima a que ellas sepan como cuidarse, como apreciar su cuerpo.

Los Derechos Sexuales y Reproductivos son negados a la población más vulnerable, la falta de información, la estigmatización de la educación sexual y el fomento de los roles patriarcales a las mujeres son algunos de los factores del aumento de cifras de estos embarazos.

¿Qué hacen las jóvenes cuando se quedan embarazadas, cuál es su reacción?

Olga: Se encuentran solas, sin nadie que las cuide y en muchos casos acuden al aborto clandestino. Muchas veces, esto lleva a que contraigan enfermedades infecciosas.

Gloria: Las niñas quedan embarazadas por muchachos de 17 ó 18 años, son dos niños criando a otro niño. No saben cómo cuidar a un niño, entonces qué sucede, es más carga para la mamá de ella, porque es la mamá la que va a venir a cuidar a ese nieto. A veces las mismas madres inducen a sus propias hijas a que aborten. Hacen los abortos clandestinos en su casa y no van al hospital para hacerse un legrado, aquí hay, bueno en San Juan fue un caso de cáncer, con 18 años la muchacha se murió porque se embarazaba y abortaba y nunca iba al hospital a practicarse un legrado. Aquí hay otra de 22 años, tres hijos y cuál es el problema, que nunca se ha realizado una citología vaginal, nunca se detecta un cáncer a tiempo.

Tenemos nosotros más o menos un 38% de embarazos en adolescentes, es de lo más grande de América Latina, este tipo de embarazo en un 20% casi vienen siendo niñas de 10 a 15 años. Secretaría de Salud de Honduras. 2009.

¿Influye mucho la pobreza?

Gloria: Si, las niñas se encuentran solas, sin dinero, sin nada que comer… Viene un señor, les ofrece dinero y tienen una relación sexual con él sin pensar en las consecuencias que vienen, un embarazo, una infección de transmisión sexual…

Olga: Las  jóvenes tratando de cambiar el estilo de vida que tienen se van con hombres mayores que ellas y consiguen violencia, violencia doméstica, las golpean, descubrieron que la persona con la que se fueron no es la persona que ellas creían. Si eres la mujer de alguien, tienes que darle sexo a la fuerza y si no te golpean, esa es una violencia que se vive en la comunidad y que se calla, cuando ya quieren hablar es demasiado tarde.

¿Cómo les gustaría ver a su comunidad en el futuro?

Olga: Queremos ver una comunidad sin jóvenes que se nos embaracen a los 13 años. Les digo a los muchachos que se cuiden, que estudien, que usen su mente en deportes, que el sexo no es toda la vida. Uno tiene que preparase primero para después comenzar a tener una relación sexual con responsabilidad. Que estudien es lo más importante.

Gloria: Les decimos a los jóvenes que se preparen para el futuro, para tener como responder a los futuros hijos que va a tener, para ser una madre y un padre responsables y darle lo mejor a sus hijos, si no estamos preparados, nada somos y vamos a ser siempre carga de otras personas. Lo importante es prepararse uno para no ser dependiente de otra persona. Si va a tener una relación sexual, que sea segura y responsablemente, están los métodos de planificación familiar, se puede buscar información en los centros de salud, en clínicas para saber cuál es el método que más le conviene. Si es una persona que quiere tener una relación sexual que sea segura, protegida y responsablemente.

Sobre la grabación del documental en Honduras

El 15 de junio. Hace ya más de un mes que salimos de Barajas, con destino final San Pedro Sula, Honduras. Después de muchas horas de viaje (ya se sabe cómo funcionan éstas cosas) llegamos a nuestro destino, algo cansados y con muchas ganas de empezar a grabar.

Os refrescaré la memoria. El viaje a Honduras estaba destinado a grabar el material para la realización de un documental  dirigido a jóvenes españoles para conocer la realidad de la salud sexual y reproductiva en Honduras. Para ello, nos centraremos en tres ejes principales: embarazos en adolescentes, VIH/Sida y violencia doméstica, tres de los grandes problemas de la sociedad hondureña actual, sobre todo de la mujer.

El primer día recorrimos las comunidades de Santa Rita y Morazán. Allí visitamos un hogar materno. ¿Qué es un hogar materno? Es un alojamiento para mujeres que van a dar a luz en los próximos días. ¿Y por qué necesitan alojarse allí? Porque viven en comunidades o pueblos muy alejadas del hospital o centro de salud donde se las puede atender para que den a luz. De este modo, se logra disminuir la mortalidad materno infantil. En este hogar hablamos con Carla, Keyna, Tania, y muchas otras chicas, la mayoría jóvenes, que nos contaron su experiencia como futuras madres.

Mujer en el Hogar Materno Infantil con su bebé.

La segunda parada la hicimos en la Bahía de Tela, donde visitamos varias comunidades garifunas, en las cuales conviven afrodescendientes con una fuerte identidad cultural y grupal. Tienen muy marcadas sus costumbres y su carácter, y están muy orgullosos de ello. A orillas del Mar Caribe encontramos comunidades como San Juan, Tornabé, Miami o Triunfo de la Cruz. Los niños posan para las cámaras como si fuera lo más natural del mundo y sonríen, siempre sonríen. Esos niños se convertirán un día en adolescentes y más tarde en adultos, no quedando exentos del peligro de cualquiera de esos tres ejes a remarcar: los embarazos adolescentes, el VIH/Sida y la violencia doméstica. El carácter abierto y desenfadado de sus habitantes nos facilitó mucho el trabajo de grabar y hablar con la gente. Pudimos recoger distintas actividades como la realización de un programa de radio, entrevistas a los responsables de los césamos (centros de salud), y, sobre todo, empaparnos de su cultura.

Niña en el centro Natalie Johnsson para afectados e infectados de VIH/Sida.

Hospital de Tela.

La tercera parte del viaje la pasamos en Ceiba, la tercera ciudad más grande de Honduras, donde pudimos comprobar cómo se lleva a cabo la gestión de una casa refugio para mujeres víctimas de violencia doméstica y cómo vive la gente con VIH/Sida su situación. La Casa Ixchel acoge a mujeres en alto riesgo y nosotros, gracias a las gestiones del personal de la casa, tuvimos la suerte de que éstas mujeres pudieran compartir su experiencia con nosotros, para que desde aquí podamos comprender cómo de grave es el problema. Son mujeres fuertes, que se están levantando, que quieren reconstruir su vida. Y tienen mucho mérito. También la capacitación de los voluntarios dentro de las comunidades juega un papel importantísimo para evitar o por lo menos detectar éste tipo de situaciones.

Joven Garífuna en Ceiba.

Grupo de debate sonre VIH en el Centro Integral de Atención a Pacientes con VIH/Sida

En definitiva, tenemos mucho material, más de 20 horas grabadas y va a ser un trabajo muy difícil editarlo ya que todas las entrevistas son de lo más interesantes. Y, sobre todo, debemos y queremos dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado, es decir, las contrapartes locales: Alejandro Ludeña, de medicusmundi asturias, Ángel Sorto, de medicusmundi bizkaia, a Berta, Lucy, Olga, Serrano, Vilma y Osman de Enmuneh (Enlace de Mujeres Negras de Honduras) y a Lesbia, Argelia, Lis, Ailín y Lucía de Casa Ixchel. Y, como no, a medicusmundi Bizkaia y medicusmundi Asturias por dejarnos enseñar a los jóvenes madrileños la situación de la salud sexual y reproductiva en Honduras.

Dentro de muy poquito podréis disfrutar de más fotos en nuestro flickr… estad atentos.

Viajes a Honduras y Bolivia

Estaremos 12 días, y esperamos nos sirvan para venirnos con la maleta llena de imágenes e historias que contar. Mañana miércoles 15 de junio salimos rumbo a Honduras. ¿Para qué?

Para grabar un vídeo sobre Salud Sexual y Reproductiva en la zona norte del país, más concretamente en Morazán, la Bahía de Tela y Ceiba, donde visitaremos los proyectos de medicusmundi relacionados con la salud sexual y reproductiva, la violencia de género y VIH, de nuestros compañeros de medicusmundi asturias y medicusmundi bizkaia.

Manifestación conmemoración del Día Mundial contra el Sida. Departamento de Yoro, Honduras.

Después de Honduras, a los pocos días, nos iremos a Bolivia, esta vez 15 días, con los ganadores del concurso Jóvenes en Busca del Sur. Les daremos la oportunidad de conocer nuestra experiencia de cooperación en la zona de Reyes y Rurrenabaque en relación con el agua. Y, también, que de paso puedan conocer un país tan impresionante como es Bolivia: iremos a La Paz, al Lago Titicaca, al Parque Madidi, a Rurrenabaque, a Potosí y al Salar de Uyuni.

A la vuelta os contaremos cómo ha ido y las anécdotas que el viaje nos ha deparado. Hasta entonces, esperamos poder ir actualizando (si podemos) algunas cosas en Facebook y Twitter. Si no, a la vuelta seguro que os espera un post cargado de historias.

Garífunas

El año 2011 ha sido declarado por la ONU el Año Internacional de los Afrodescendientes, y en agosto se celebrará la Cumbre Mundial en Honduras. Los garífunas son  una etnia de origen africano que vive en las costas caribeñas de Honduras, Belice, Guatemala y Nicaragua. A Honduras llegaron hace más de 200 años tras ser deportados por los británicos tras invadir la Isla de San Vicente. En aquella isla los garífunas surgieron de la descendencia entre esclavos procedentes de la actual Nigeria y los indios Caribe-Arawaks que allí habitaban.

Se calcula que unos 600.000 garífunas mantienen su lengua y cultura. A pesar de que la cumbre se va a celebrar en Honduras, nos llegan noticias sobre la situación inveterada de marginación que sufre este pueblo.

El género musical por antonomasia de los garífunas es la punta y su máximo exponente es Aurelio Martínez, cuya fama ha traspasado fronteras  cantando junto a estrellas mundiales consagradas como  Youssou N’Dour.

Escrito por Antonio Cabrera