Quiero un mundo sano

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¿Por qué hay que mantener la ayuda al desarrollo? Porque es una partida muy pequeña del presupuesto público, porque la inmensa mayoría de los españoles está de acuerdo con esta inversión, porque queremos seguir contándote las cosas buenas que pasan gracias a la ayuda oficial al desarrollo, porque es justo, porque no hacerlo tendría consecuencias incalculables, y algunas, irreparables.

Medicus Mundi participa en la campaña «Quiero un mundo sano» ¿Y tú? ¿Quieres un mundo sano?

Día Mundial de lucha contra la Malaria

El 25 de Abril es el Día Mundial de lucha contra la Malaria y nos sirve para recordar que esta enfermedad sigue amenazando al 40% de la población mundial. Su parásito infecta a más de 500 millones de personas cada año y causa la muerte de más de 1 millón. El África subsahariana soporta la mayor carga de paludismo, pero la enfermedad también afecta a Asia, América Latina,  Oriente Medio e incluso a partes de Europa.

Frente a mensajes  como los lanzados por el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria diciendo que acabar con la malaria es fácil repartiendo suficientes mosquiteras impregnadas, Helen Epstein nos recuerda en su último artículo el peligro de encomendarnos a soluciones simplistas:

“Paul Russell, el principal responsable del programa de Erradicación de la Malaria, había prometido a la administración de Eisenhower  que los equipos de pulverización con DDT estrecharían los lazos de amistad con los aliados vacilantes por la Guerra Fría , estimularía el espíritu emprendedor de la población hasta ahora coartado por la malaria, abrirían enormes áreas de tierras fértiles para el cultivo, y fomentaría  el desarrollo económico para acabar con la pobreza y así estimular la demanda de  productos estadounidenses. Pero la campaña mundial del DDT resultó ser uno de los fracasos más famoso y costoso en la historia de la salud pública. Aunque en 1970 la enfermedad fue erradicada en dieciocho países, la mayoría se debió a que existía un control relativamente eficaz antes de que el programa comenzara. Donde la malaria había sido un problema difícil de manejar, el programa DDT tuvo poco efecto. Después de retirarse por unos años, los mosquitos de la malaria regresaron, pero siendo resistentes a los insecticidas, y en algunos lugares matando a más personas que antes.”

Por tanto, frente a problemas complejos no nos debemos dejar embaucar por las “balas de plata” que nos prometen acabar con ellos mediante una única solución. Ya desde 1920 los expertos de la Sociedad de Naciones recomendaban un abordaje global (drenajes de zonas pantanosas, acceso equitativo a la salud y a la educación, mejores viviendas…) que posteriormente fue abandonado por las recomendaciones a favor del DDT de la Fundación Rockefeller.

Para acabar, un homenaje a los Massukos, posiblemente el mejor grupo musical de Mozambique, cuyo percusionista Américo Miguel falleció en 2006 por malaria.

Escrito por Antonio Cabrera

Resistencias

En el Día Mundial de la Salud de este año la OMS nos recuerda que las resistencias a los antibióticos son una amenaza cada vez más real que pone en peligro la lucha contra las enfermedades infecciosas.

La resistencia a los antimicrobianos se ve facilitada por el uso inadecuado de los medicamentos, como, por ejemplo, cuando se toman dosis insuficientes o no se finalizan los tratamientos prescritos. Los medicamentos de mala calidad, las prescripciones erróneas y las deficiencias de la prevención y el control de las infecciones son otros factores que facilitan la aparición y la propagación de las resistencias. La falta de empeño de los gobiernos en la lucha contra estos problemas, las deficiencias de la vigilancia y la reducción del arsenal de instrumentos diagnósticos, terapéuticos y preventivos también dificultan el control de la farmacorresistencia. Todas estas razones mantienen a la malaria, el SIDA y la tuberculosis como azotes que impiden a millones de personas disfrutar de una vida con salud. Esta situación no sólo afecta a países empobrecidos sino que la amenaza de dejar de tener antibióticos disponibles se cierne sobre los países europeos, ocupando  España una de las peores posiciones.

Pero no todas las resistencias son tan perniciosas. Stephan Hessel en su libro Indignaos llama a la población en general, y a los jóvenes en particular a la resistencia pacífica contra los males que aquejan a nuestra sociedad:

Estos principios y valores los necesitamos más que nunca. Es hasta que nosotras lo veamos, todas juntas, que nuestra sociedad se vuelva una de la que estemos orgullosos, no esta sociedad de inmigrantes sin papeles — expulsiones, sospechas respecto a los inmigrantes. No esta sociedad donde se cuestiona la seguridad social y los planes de pensiones y salud nacionales. No esta sociedad donde los medios masivos están en manos de los ricos. Son cosas en las que nos habríamos negado a ceder si fuésemos los herederos verdaderos del Consejo Nacional de la Resistencia.

Le digo a los jóvenes, busquen poco y eso es lo que van a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir «No puedo hacer nada contra eso. Ya me las arreglaré para salir adelante.» Por incluirte a ti mismo en esto, pierdes uno de los elementos que hacen al ser humano: la facultad de indignarse y el compromiso que es una consecuencia de lo primero.

Crear es resistir; resistir es crear.

Escrito por Antonio Cabrera